RETALES

RETALES 

Si vivir es rasgarse y remendarse, estoy más que viva.

 Me duele hasta la misma piel  con una simple caricia... 

Si vivir es hacer como una colcha realizada por retales

de momentos de dolor, podría abrigar a todo el planeta.

No pesaría. Creo que daría calor ante la Humanidad fría.

No seremos más fuertes. Pero sí más empáticos y sensíbles

 ante el dolor ajeno. Más comprensivos. Tolerantes. Generosos.

Puede que nuestro camino de espinas y  flores no sirva para otros 

porque cada cual se forja, decide y realiza su propio camino elegido.

Tal vez no seamos capaces de soñar. De tener ilusiones. Esperanzas.

Pero intentaremos convencer a otros para que no las pierdan nunca.

Quizá aprendamos tarde, muy tarde... Cuando no nos quede Tiempo.

Pero pondremos todo nuestro empeño en hacérselo saber a los demás.

Retales... Pedazos rotos de nuestra existencia que intentamos rehacer

cosiendo e hilvanando cada puntada de sufrimiento con hilos de sangre.

Apenas sin tiempo para pensar, ni deprimirnos... Solo continuar adelante

con los huesos gastados prematuramente, envejecidos sin darnos cuenta.

Sin reconocernos en el espejo que nos golpea con la realidad sin clemencia.

Retales... Meros supervivientes. Cada quien con sus recursos y a su manera.

Razón, alma y corazón unidos indefectiblemente, bordando más o menos bien

según vayamos practicando. Conviviendo día a día con la vida y con la muerte.

Nieves María Merino Guerra

 21-07-2015