Se lo llevaron... A Federico García Lorca- varias versiones ...

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Olivo de la ladera donde fusilaron a Federico García Lorca.

Se lo llevaron... I

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Se lo llevaron de noche y al alba gritaron: ¡fuego!,
al cuerpo débil y joven por el miedo entumecido,
y calló el canto del gallo, y el cielo se quedó ciego, 
y sordo el oído humano ante aquel rostro afligido.
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Se lo llevaron a oscuras, y el alba cortó su sueño
de ideales, fantasías, con adagios, sin allegros,
porque quería ser libre. Porque no tenía dueño
-sin más testigos que sombras y aquellos fusiles negros-
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Quisieron callar su boca, sus letras, su pensamiento,
con avalanchas de ecos jurando todos sus ruegos.
Se lo llevaron estrellas, y el alba... Su nacimiento.
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¡No maten a Federico! Es uno más de los nuestros...
-plañen las guitarras, roncas, agitanando sus pliegos-. 
Susurraban los de arriba, los de abajo... Sus ancestros.
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Junto al olivo que llora -desértico- sus sarmientos
buscando al poeta inerte que verdeaba sus versos,
solo hay piedras que rodean los campos cansados, yertos.

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Nieves
01 marzo 2016

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Se lo llevaron...II

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Se lo llevaron de noche
y al alba gritaron: ¡fuego!, acribillando con balas 
su débil y joven cuerpo.

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Se lo llevaron a oscuras 
y el alba cortó su sueño sin más testigos que sombras,
y aquellos fusiles negros.

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Quisieron callar su boca,
sus letras, sus pensamientos...
Se lo llevaron estrellas, y el alba 
en su nacimiento con avalanchas de ecos
juraba sus juramentos

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¡No maten a Federico! 
Es uno más de los nuestros...
-dicen las guitarras roncas 
de gitanos guerrilleros,
las marquesas, los pintores, 
los de arriba, los del pueblo...

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Se lo llevaron de noche, 
y al alba él se hizo eterno
junto al olivo que llora 
sus sarmientos por el suelo.

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Nieves
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Se lo llevaron...III

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Se lo llevaron de noche y al alba gritaron: ¡fuego!,
acribillando con balas su débil y joven cuerpo.
Se lo llevaron a oscuras, y el alba cortó su sueño
-sin más testigos que sombras y aquellos fusiles negros-
.
Quisieron callar su boca, sus letras, sus pensamientos...
Se lo llevaron estrellas, y el alba... Su nacimiento
con avalanchas de ecos jurando todos sus ruegos.
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¡No maten a Federico! Es uno más de los nuestros...
-dicen las guitarras roncas de gitanos guerrilleros,
las marquesas, los pintores, los de arriba, los del pueblo-
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Se lo llevaron de noche y al alba él se hizo eterno
junto al olivo que llora sus sarmientos por el suelo.

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Nieves Merino Guerra
Canarias - España
01 marzo 2016

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Poema a Federico de Nieves Merino Guerra

(Arreglos de Luis Vargas - Luvar)

Te llevaron de noche, y al alba gritaron: ¡fuego!,

acribillando con balas, tu débil y joven figura.

Te llevaron al anochecer, y el alba cortó tu vida

sin más testigos que sombras, y aquellos fusiles sombríos.


Quisieron callar tu boca, tus letras, tus ideas...

Se te llevaron estrellas, y al amanecer...tu nacimiento

con avalanchas de ecos, jurando todas tus súplicas.


¡No maten a Federico! Es uno de los nuestros...

-dicen las guitarras roncas de los gitanos cantores,

las marquesas, los obreros, los de arriba, los del pueblo...

Se lo llevaron de noche, y se le hizo infinito el alba,

junto al olivo que llora, sarmientos en la tierra.

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* Muchas gracias Luis y Begoña, por vuestra paciencia conmigo

el enorme trabajo al arreglarlo y mejorarlo, Luis,

y vuestros ánimos en el blog- taller Senda poética.

Nieves

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  Dejo constancia aquí de éste momento històrico - para mi-

en el que he trabajado - sudado- unos