Te llamaría si pudiese,
porque necesito hablar contigo
con palabras de fuego y lava.
En mi agenda
sobra espacio, no lo dudes,
para tu nombre y tu corazón.
Se regala la amistad
sin tiempo ni espacio,
con todo el ser.
Entre las tuyas no son "ningucias..."
No, poeta.
Son sentimientos vomitados al sol,
a la luna, al viento, a las estrellas.
A ti,
que has escuchado el polvo de los gusanos
congelada la mirada por los que se han ido,
en un triste abrazo nocturno con los búhos
y sueños repartidos -o encofrados al alba-
A ti...sí
A ti
Que por costumbres o sin ellas,
viendo el resquicio de la felonía
conservas la evidencia de tu verdad.
Espadas con despliegues de estiércol y ámbar
incendiando tus horas sobre las nostalgias.
Sin cuaresmas -o con ellas también-
la memoria de alquimias lapidarias
trascienden epicentros entre sombras,
sin querer sacar de su sopor al paraíso
(Decepcionado en tu lamento callado,
por la certeza arrogante e hipócrita
que falsifican bocas propias y ajenas
disfrazadas de genocidio, nocturnidad)
Comparto tu vocación por la noche
y la honestidad.
La paz.
La justicia.
Antes, durante y después del amor,
todo ha sido, es y será innecesario.
Solo la bondad dominará en armonía.
Mientras tanto,
con nuestro libre albedrío y bipolaridad,
el bien y el mal seguirán en nuestras manos.
Nieves Merino Guerra
Canarias - España
23-03-2013
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